Robert
Dripping Springs, TX

El 7 de septiembre de 2009, la vida me puso en una situación en la que pensé nunca iba a estar. Fue justo después del Día del Trabajo, y fue un mal fin de semana, de esos que hace que todo se desplome. Tomé una serie de malas decisiones que me llevaron cerca de la muerte. Eran las 4:30 de la mañana, había estado tomando y me senté frente al volante. A 81 millas por hora boté un poco de cerveza sobre mis sandalias nuevas que apenas había comprado, y mi auto se salió de control. Traté de enderezarlo, pero fue demasiado. Mi auto terminó en una cuneta, pegué contra una alcantarilla e hice un caballito. Salí disparado por el techo corredizo, tenía todo el cuerpo afuera menos la pierna derecha. El auto dio seis vueltas conmigo todavía allí. Me rompí 13 huesos de la espalda, hombro, pelvis, brazos, piernas, costillas y esternón. También me perforé un pulmón.
Me trasladaron por aire al hospital, pasé tres semanas en coma y luego seis meses en un hogar de rehabilitación. Es un milagro que todavía tenga mis cuatro miembros. Ahora cuento mi historia en las escuelas para ayudar a evitar que otros se lesionen a sí mismos. Gracias por esta oportunidad de contar mi historia aquí.
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